La vida póstuma: un viaje más allá del velo
1. El instante de la partida
Según las enseñanzas espiritistas, el momento de la muerte física no es el final, sino una transición. El espíritu, liberado de la materia, experimenta un proceso de desprendimiento que puede ser sereno o confuso, dependiendo de su estado interior, sus creencias y la forma en que vivió. Allan Kardec describe que este proceso es más rápido y pacífico cuando el ser ha cultivado desapego, amor y servicio.
2. El despertar en el plano espiritual
Al “despertar” en la vida póstuma, el espíritu se encuentra en un entorno acorde a su vibración y nivel de conciencia. Chico Xavier relató, a través de psicografías, que hay ciudades y comunidades espirituales organizadas donde los espíritus continúan estudiando, trabajando y evolucionando. Otros, en cambio, pueden permanecer en zonas de confusión hasta que logren orientarse y aceptar su nueva condición.
3. El reencuentro con seres queridos y guías
Una de las experiencias más reconfortantes en este nuevo plano es el reencuentro con familiares, amigos y guías espirituales. Estos encuentros no son fortuitos: cada espíritu tiene vínculos y misiones que trascienden la vida física, y muchos de ellos consisten en acompañar y ayudar a quienes aún están encarnados.
4. Las lecciones y misiones del espíritu
La vida póstuma no es un estado de reposo absoluto, sino un nuevo capítulo de aprendizaje. El espíritu puede:
-
Revisar su vida pasada y comprender las lecciones aprendidas y pendientes.
-
Prepararse para nuevas encarnaciones, si son necesarios para su evolución.
-
Actuar como guía o protector de encarnados, transmitiendo mensajes y apoyo cuando las condiciones lo permitan.
5. La mediumnidad como puente natural
Desde esta perspectiva, la mediumnidad es una facultad inherente al ser humano. No es un privilegio de unos pocos, sino un sentido espiritual que permite, de manera segura y consciente, la comunicación con el plano espiritual. A través de ella, las guías y seres queridos pueden cumplir su misión de orientación y consuelo, y los encarnados pueden ampliar su comprensión de la existencia.
6. Una visión más amplia de la vida
Entender la vida póstuma transforma nuestra manera de vivir aquí y ahora. Nos recuerda que cada gesto, pensamiento y elección influyen en nuestra vibración, y que la muerte física no interrumpe el hilo de nuestra historia: simplemente abre la puerta a un nuevo capítulo.
La vida póstuma no es un misterio inaccesible, sino una realidad que podemos empezar a comprender hoy.
Conocerla es perder el miedo, vivir con más propósito y abrir el corazón a un diálogo continuo con el mundo espiritual.
Si lo que deseas es un paso más, te dejo por aqui un enlace para que veas como es nuestra formación premium en mediundidad, codigo ético del medium y demás
Formación de Mediumnidad Consciente – 9 meses, 100 % online
Ya me cuestas q1ue te pareció. Un Saludo,
Eva Pau